Una
vez más la comarca del Duranguesado contará un lugar estelar dentro
de la Euskal Denda y es que serán seis, los artesanos de la comarca
los que asistirán a este encuentro. Todos ellos repiten, dado el
elevado éxito de sus piezas en anteriores ocasiones.
Anitha Mol,
de Elorrio, con trabajos de bisutería con alas de mariposa cultivada
y otras novedades que presentará en primicia en la Euskal Denda.
Este año ha querido introducir el aluminio en sus colecciones y rizando el rizo ha elaborado elementos autocombinables, lo que permite que el propio usuario realice sus juegos y combinaciones en función de sus gustos. Un acierto.
La ceramista y grabadora Rosa Etxabe regresa a la Euskal denda con nuevas propuestas artísticas llenas de pasión y amor por el trabajo. Nadie se quedará indiferente ante un puesto en el que la sabiduría se combina elementos más naif. Una delicia.
No fallan a su cita con Durango, el taller de restauración Restaurarte, ganador del mejor stand en 2010. Increíble el cambio que en sus manos puede "sufrir" muebles que desecharíamos en cualquier circunstancia pero que vuelven a lucir hermosos de nuevo, dando, en ocasiones, una nueva oportunidad a objetos con parte de la historia familiar. Pura transformación.
Quién tampoco se pierde este escapate y ejerce de cicerone en su tierra es el joyero Eneko Unzalu, joyero experto, cuyas piezas embaucan a cualquiera, con un público fiel, que cada año espera esta cita para comprobar y comprar su evolución y sus nuevas propuestas, inspiradas siempre en la naturaleza. Elegancia hecha joya.
Desde Berriz y sin perder un ápice de su amabilidad llega Felix Larrañaga,
tallador de madera y cuyo expositor recibió el beneplácito del
público en la pasada edición, logrando el premio al mejor stand
2018 otorgado por los visitantes, que recibió de manos de la alcaldesa, Ima Garratatxu y del miembro de Arbaso, Endika Zabala, tras la inauguración. Un artesano que no pierde un segundo y que ha convertido la entrada de la Euskal Denda en su propio taller. Infatigable.
Este año ha querido introducir el aluminio en sus colecciones y rizando el rizo ha elaborado elementos autocombinables, lo que permite que el propio usuario realice sus juegos y combinaciones en función de sus gustos. Un acierto.
La ceramista y grabadora Rosa Etxabe regresa a la Euskal denda con nuevas propuestas artísticas llenas de pasión y amor por el trabajo. Nadie se quedará indiferente ante un puesto en el que la sabiduría se combina elementos más naif. Una delicia.
No fallan a su cita con Durango, el taller de restauración Restaurarte, ganador del mejor stand en 2010. Increíble el cambio que en sus manos puede "sufrir" muebles que desecharíamos en cualquier circunstancia pero que vuelven a lucir hermosos de nuevo, dando, en ocasiones, una nueva oportunidad a objetos con parte de la historia familiar. Pura transformación.
Quién tampoco se pierde este escapate y ejerce de cicerone en su tierra es el joyero Eneko Unzalu, joyero experto, cuyas piezas embaucan a cualquiera, con un público fiel, que cada año espera esta cita para comprobar y comprar su evolución y sus nuevas propuestas, inspiradas siempre en la naturaleza. Elegancia hecha joya.
El grupo lo completa la joven elorriarra Gorakat, que asiste por tercer año consecutivo y cuyas propuestas crean tendencia entre los visitantes. Es lo que tienen los artesanos cuya creatividad es la que dicta moda y es la moda la que le sigue y no viceversa. El color y el buen saber hacer es la marca de la casa. Marcando estilo.
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